Detrás de la oscuridad hay una página en blanco
Todo es coronavirus. COLLAGE.

Actualidad en verso

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Ya no hay forma de cambiar de tema o pensar en otra cosa. Como una suerte de trending topic de toda la humanidad, la pandemia de coronavirus llegó para inundarlo todo. Y sobre eso reflexiona nuestro coplero favorito desde los confines de la cuarentena.

Soy murciélago de rabia
en el horóscopo chino
y en el jardín argentino
soy una flor de malaria
en el museo de Italia
soy una estatua encerrada
y en la España desolada
soy la terraza vacía
del mundo que conocías
no queda nada de nada.

La cara de la miseria
sonríe en la marejada
las góndolas arrasadas
la fiebre de la pandemia
sube a la par de la histeria
mil pesos alcohol en gel
el pastor en su burdel
aprovecha la desgracia
y levanta una farmacia
con el diezmo de la fe. 

Se cayó la Gran Muralla
y volaron los escombros
algunos ponen el hombro
y otros ponen la pantalla
hay quien muestra sus agallas
pegándole a un empleado
con el tabique quebrado
mostrándole su poder
ya muchos querrán saber
cómo se para de manos.

El enemigo invisible
vaciando la multitud
el silencio no es salud
hablar es imprescindible
volvieron Los Insufribles
que compilaba la Humor
con teorías del complot
mientras se espera la cura
para los antivacunas
no habrá olvido, ni perdón.

Gimnasia con electrodos
sexo en horas impensadas
películas continuadas
ordenamiento de todo
y en la calle codo a codo
te adentra la policía
vos que hablabas de energías
ahora te lavás las manos
al Ministerio del Nabo
lo hicieron Secretaría.

El fin de semana largo
puede durar un invierno
nos vamos a hacer modernos
a fuerza del trago amargo
el problema, sin embargo
son los que quedan afuera
el wifi de las veredas
es una mano extendida
la grieta de la comida
se come la cuarentena.

Los días se pasan lentos
acá en el Distrito 9
la noche en un cuento breve
el día es el pensamiento
más mató el aburrimiento
que el virus descontrolado
tanto rezarle al Mercado
te quedaste sin plegarias
y a las urnas mercenarias
te las abraza el Estado.

El onceavo mandamiento
es «No saldrás de tu casa»
la memoria sin la Plaza
más presente que el aliento
las cuerdas del instrumento
vibrando en la soledad
detrás de la oscuridad
hay una página en blanco
no te mueras mientras tanto
ni se te ocurra llorar.