José Playo
Córdoba, 1974Más en Wikipedia
Relato de ficción
Mari wanna be
Un hombre se despierta por la mañana y, antes de salir de la cama, le cuenta a su compañera de toda la vida el sueño que acaba de tener. Ella se acurruca entre sus brazos y lo escucha entretenida. No se pierdan esta historia entrañable de José Playo porque es maravillosa. Y sobre todo porque quienes la leen son dos actores gigantes: Selva Alemán y Arturo Puig. Relájense, escuchen y después, si quieren, lloren.
Crónica introspectiva
Una caja para abrir cuando estés al pedo
La historia que cuenta José Playo en este relato se puede resumir así: poco antes de morir, su padre le regala un caja y le dice: «Abrila cuando estés al pedo y tranquilo». La caja va a parar entre unos bártulos, Playo la esquiva a conciencia. Siempre elige distraerse en otras cosas antes que averiguar su contenido. Hasta que un día va y la abre.
Crónica introspectiva
Palabras póstumas para el hombre que me salvó la vida
Poco después de una operación que le quitó la sensibilidad de gran parte del cuerpo, José Playo estuvo a un pelo de morir. En este bellísimo texto, el autor rinde homenaje a su tío «el Eduardo», un viejo, curtido y sabio galeno que, ya retirado de su profesión, se avispó mucho antes que todos sus colegas médicos y salvó la vida del escritor cordobés.
Crónica introspectiva
Se busca electricista para equilibrar la térmica del amor
¿Es posible convertir un texto sobre la electricidad en una bella historia de amor? Por este relato desfilan una serie de personajes excéntricos que el escritor José Playo conoció a lo largo de su vida, todos ellos con una relación muy particular con la corriente eléctrica. Pero hay uno que es el más especial.
Crónica introspectiva
La música del azar y otras milongas
José Playo rescata la figura de su abuelo materno: un bon vivant perecedero que, en los años setenta, supo ganar el Prode con un técnica muy particular, dilapidar la fortuna en menos de un suspiro y más tarde convertirse en bailarín consumado, entre algunas otras cosas. «Un montón de personas en una sola», así lo define su nieto en este perfil nostálgico y festivo.
Crónica introspectiva
Las historias aprenden a caminar
Hace un tiempo, el escritor José Playo se debatió entre la vida y la muerte. Durante su recuperación en un centro de terapias se dedicó a planificar una novela, en la que incorporó la galería de personajes que fue conociendo en el lugar. Advertencia: esta es una historia muy triste. Pero, como suele suceder en la historias de Playo, también vale reír.
Relato de ficción
Bajo la mesa de las tías de Walter
Tenemos los adultos la mala costumbre de olvidar la discreción y el decoro para hablar mal del resto. Y cuando eso ocurre a instancias de un niño, el resultado es siempre trágico.
Crónica narrativa
La historia del perro alzado y el hombre que buscaba metales en el río
Mientras descansaba a orillas de un río de Córdoba, el escritor José Playo se topó con un hombre que buscaba tesoros bajo tierra con un detector de metales. El resultado de ese encuentro es un diálogo hermoso y espontáneo entre este buen hombre y un escritor cordobés aburrido y con todo el día por delante.
Crónica narrativa
Un cantito complicado
Para un cordobés no hay nada que le provoque más asco ni vergüenza ajena que un porteño imitando la tonada cordobesa. No solo porque a los foráneos les sale pésima la imitación, sino porque «el cordobés», como se verá en este texto esclarecedor y elocuente del escritor José Playo, es mucho más que una simple tonada: es un lenguaje con reglas propias.
Relato de ficción
Ravioles y escape de gas
Hace tiempo que el escritor cordobés José Playo no saca un nuevo libro, pero por suerte todos lo sábados publica sus cuentos en la Voz del Interior, donde nos damos el gusto de leerlo. Nos gusta tanto este escritor que le pedimos un cuento de su fábrica semanal y le rogamos que lo leyera. Y él no solo nos dio el gusto, sino que además nos regaló varios textos de su autoría que iremos publicando aquí cada tanto. Es un lujo y un placer empezar con esta historia desopilante, ansiosa y —por qué no— existencial.