Editorial
Bienvenidos a la edición frenética del 24 de marzo
Hola, acá Hernán en un martes que es feriado y que, a la vez, es cuarentena obligatoria en Buenos Aires. Es la primera vez que actualizamos esta revista un martes, pero también es la primera vez de muchas cosas en el mundo, en nuestras casas y, sobre todo, en cada porción del tiempo. Nuestra idea es, desde ahora, acompañarnos con cuentos y crónicas hasta que pase el temporal y podamos salir a la calle. Cuando salgamos de esta, como siempre, las historias nos habrán salvado.
Nos dimos cuenta todos hace unas semanas: ya no hay forma de cambiar de tema o de pensar en otra cosa. Como una suerte de Trending Topic de toda la humanidad, la pandemia llegó para inundarlo todo. Por eso, antes de pasar a otros cuentos para distraernos del virus, empezamos con la actualidad en verso de Zambayonny. Las décimas de hoy son particularmente hermosas, porque cuando el mundo cambia tanto, la poesía y las canciones ganan relieve, se empiezan a hacer imprescindibles. Lo que van a escuchar se llama Detrás de la oscuridad hay una página en blanco y en cada línea estamos nosotros, todos, acurrucados.
Salimos, por fin, del monotema viral, y vamos con un cuento que nos encantó. Existen infinitas maneras de reaccionar frente a una traición amorosa, y quizás no todas merezcan ser contadas. Pero aquí hay una que sí. Escuchen y lean este gran debut en Orsai de la escritora Florencia Romero con un cuento que se llama La más santa del pueblo y que describe, con buen pulso, el camino hacia la santidad de una mujer engañada.
Y ahora, otro debut. Esta historia transcurre en los días en los que todavía nos podíamos citar con desconocidos en un bar para comprobar si eran el amor de nuestra vida. ¡Ah, qué tiempos aquellos! La escritora Camila González debuta en Orsai con un relato que se llama Una bruta inofensiva, una historia que habla del amor y de la soledad. Es decir, de los mismos temas que nos preocuparon siempre, más allá de lo que pase alrededor.
Después de su trágica muerte, Gilda —la mítica heroína de la música tropical argentina— se convirtió en una santa popular para miles y miles de seguidores. Lo que sigue se llama El chico que amaba a la estrella tropical y es la fantástica historia del más devoto de todos los fieles de Gilda. Es un relato de Imanol Subiela Salvo, a quien publicamos por primera vez.
Y cerramos muy arriba. Vuelve la gran saga tucumana escrita y contada por Willy van Broock, y esta vez con tono de actualidad apocalíptica. Como si fueran participantes de un Big Brother norteño, el Fabián y sus amigos se encierran a beber después de haber atracado un camión lleno de vino. Ninguno de ellos sabe que, mientras se emborrachan día y noche, una pandemia espantosa se expande por el mundo. Hablá con propieda’, cajeta es el nombre de este tercer episodio autoconclusivo, del que yo, en lo personal, son fanático.
Amigos, amigas, cuídense mucho. Y, si tienen ganas, conéctense el próximo sábado 28 de marzo, a las 22 horas de Argentina, al segundo Streaming con Delivery que haré desde mi hogar. Tienen toda la info en hernancasciari.com.
Quédense en casa.