Insinuaciones para leer la Orsai Digital del 8 de abril
Portada de Orsai Digital en un teléfono. Mockup.

Editorial

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Hola, acá Hernán en un lunes de otoño. La semana pasada hubo un feriado en el medio, por lo que subí contenido pero no hice presentación. Por lo tanto y, si me permiten, voy a meter las dos semanas en la misma bolsa y les haré un resumen de todo lo bueno que se pueden encontrar en la portada de Orsai. Acá voy.

Les recomiendo empezar por Las edades del dólar, unos versos escritos y leídos por Zambayonny sobre la paulatina escalada de la moneda norteamericana en la Argentina. (En realidad el dólar está siempre en el mismo lugar, lo que se hunde es el peso; pero es más divertido pensar que el problema no es nuestro sino del que se escapa). Sea como sea, los versos de cómo está creciendo el nene son buenísimos.

Un poco más abajo tenemos la nueva carta de Juan Sklar, que se llama Las críticas y el botón de «no me gusta» y toca un tema clásico: lo que nos pasa cuando hablan mal de lo que hacemos. Juan se centra en una crítica (por lo visto no muy buena) a su novela y, además de decirle soberbio y altanero al señor que reseñó la obra, intenta convencerse de que los golpes le permiten crecer y ser mejor.

Después tenemos la crónica de Josefina Licitra, que se llama Un gato hijo de puta pero sin embargo no es un editorial político. Resulta que a nuestra cronista estrella la atacó un gato de verdad y terminó en el hospital. Y la santa tuvo la decencia de contarnos todo con pelos y señales. (En este caso «pelos» es literal).

Nuestro amigo Pedro Mairal nos mandó la semana pasada sus versos desde Francia. Yo le pedí por mail: «Necesitamos un soneto preelectoral para la revista». Y su respuesta va de un candidato a otro y se llama Soneto para las elecciones.

Por su parte, Sergio Elguezábal vuelve a advertirnos: o cambiamos el modo de vincularnos con el ecosistema y los modos de producción, o estamos condenados. Su crónica se llama El sistema de la tía Negra y mezcla sus consejos medioambientales con un recuerdo de la infancia. Ese cóctel queda muy bien, se los recomiendo.

Más abajo todavía hay un texto mío que leí en la radio el dos de abril, cuando se cumplieron treinta y siete años del inicio de la guerra de Malvinas. Se llama Mensaje al chico que está abajo del pupitre y es una carta que le manda el que soy ahora, al chico de once años que sintonizaba la guerra por la tele blanco y negro en 1982. 

Y para terminar les recomiendo el Discurso de Claudia Piñeiro en el Congreso de la Lengua, que seguramente apareció ya en otros medios de forma fragmentada o en video, pero quisimos transcribirlo, ponerle links y traerlo también en formato audio para que lo puedan escuchar, si quieren, mientras cocinan o trotan por la plaza. Dura unos quince minutos y es lindísimo.

Bueno, esto es todo por ahora. Parece más que lo que presento habitualmente, pero estoy metiendo casi dos semanas en el mismo paquete. Y todo al mismo precio, es decir: nada. ¿Por qué podemos ofrecer contenidos de calidad de forma gratuita se preguntará usted, señora? Porque sus hijos son fetichistas del papel y, cada vez que pueden, nos compran los productos de la Editorial Orsai.

—¡Ay, nene! ¿Y dónde están esos productos? ¿En las librerías?

No señora. No estamos en librerías ni en supermercados. Los libros y las revistas Orsai se consiguen solamente en la Tienda. Deje de preguntar cosas porque me tengo que despedir.

Bienvenidos a Orsai: disfruten.