Hasta cualquier hora de la madrugada
Una escuela argentina durante las elecciones. Clarín.

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Audio RevistaOrsai.com Hasta cualquier hora de la madrugada

El próximo domingo los argentinos votarán hasta las seis de la tarde y después, en sus casas, se pasarán la noche haciendo F5 para conocer el resultado. «Hasta cualquier hora de la madrugada» es una canción estreno de Zambayonny sobre la retórica nacional.

La boca de urna que aprieta los dientes
las sábanas listas esconden la cama
con la pizza cruda y el champagne caliente
la casa está en orden pero era alquilada.

Prendiendo una vela a los cuartos oscuros
te manda saludos mi abuela finada
salí del boliche con paso seguro
y te vi en los afiches con otra mirada.

Ya llega el domingo de canchas vacías
de radios prendidas y escuelas abiertas
las seis de la tarde parece mentira
a la narrativa se la llevan puesta.

Y acá nos quedamos dudando certezas
me taché la doble y perdimos un dado
mi voto cantado no pide cabezas
pasando el invierno o pasando el verano.

En el cielo las estrellas
en el campo las espinas
y en el medio de mi pecho
siembro arroz en las banquinas
que chiste más largo, que risa tan corta
qué carajo importa lo que ayer decías.

La boca de urna se muerde la lengua
inventando frentes las siglas se agotan
me voló la ropa la puta tormenta
y el menú del día era otra vez sopa.

Creyendo promesas me dormí tranquilo
perdí el colectivo soñando tu fiesta
cambió de safari el voto cautivo
negociando el norte la brújula vieja.

Porque nos quedamos con el F5
hasta cualquier hora de la madrugada
tambien por abajo de los laberintos
se sale si alguno te alcanza un pala.

En el cielo las estrellas
en el campo las espinas
y en el medio de mi pecho
testafierro y lavandina
que chiste tan largo, que risa tan corta
que carajo importa lo que ayer creías.

Y acá nos quedamos con los decimales
en el zapateo de los pasos perdidos
lo dicen los libros de los hospitales
que a todos los muertos hay que contarlos fríos.

En el cielo las estrellas
en el campo las espinas
y en el medio de mi pecho
la retórica argentina
que chiste más largo, que risa tan corta
que carajo importa lo que ayer vendías.