Mariano Feijoo
Puerto Madryn, 1975Relato de ficción
Un edificio finito
En un edificio de tres pisos sin ascensor conviven una pareja de standaperos frustrados, un borracho sin rumbo y un padre violento con dos hijos pequeños. Podrían haber vivido años sin hablar entre ellos, pero el encierro de la cuarentena terminará entrelazando sus historias de una manera, digamos, trágica. Un cuento de Mariano Feijoo leído por la actriz Luciana Dulitzky.
Relato de ficción
Que la pandemia no una lo que el tiempo separó
Cuatro viejos amigos del secundario que hace tiempo no se ven se juntan en un Zoom nostálgico para ponerse al tanto de sus vidas. Pero esta nunca fue una buena idea, ni antes ni después de la pandemia. Para reafirmarlo, lean este cuento de Mariano Feijoo o escúchenlo en la voz del mismísimo Hernán Casciari.
Relato de ficción
Y un día la pandemia llegó al pueblo
Cuando el mundo entraba en pánico con el brote del COVID-19, en Villa Jarilla —una pequeña localidad costera del sur argentino— nadie se preocupó demasiado. Con apenas dos mil habitantes, muy lejos de los principales focos epidémicos, difícil que algo pudiera pasar. Pero cuando se trata del Coronavirus, como ya sabemos, no conviene relajarse demasiado.
Relato de ficción
A la soledad, COVID-19
Beatriz y Néstor trabajan en la misma empresa, tienen sesenta y siete años y ambos están solos. Pero son tan diferentes entre sí que es imposible que terminen juntos. Salvo que un día abran los ojos y el mundo que conocían haya cambiado de repente. Pero para eso, claro, tendría que pasar algo demasiado grave: un terremoto devastador o, quizás, una pandemia.
Relato de ficción
Sexo, drogas y cuarentena
Un grupo de amigos cambia mensajes de WhatsApp antes de que el Gobierno anuncie la cuarentena obligatoria. El plan: fugarse a una quinta de Buenos Aires y transformar el confinamiento en una fiesta inolvidable. Un relato polémico de Mariano Feijoo.
Relato de ficción
Bajo
Este cuento nació mientras el autor leía la autobiografía de Morrissey, que se quejaba de que todos los quilombos de los Smiths les caían a él y al guitarrista Johnny Marr: juicios, pedidos de dinero, persecución de la prensa, calumnias e injurias.