Temporada 2, Número 07
Editorial
Basura de los abuelos para tirar
A veces escribo esta página tres para unos bisnietos jóvenes de ustedes que, a mediados del año 2061, encuentran este ejemplar en el sótano de una casa heredada, dentro de una caja llena de papeles.
Crónica narrativa
¿Por qué hay tantos imbéciles en el mundo?
Cuando era joven no conseguía dejar de hacerme esa pregunta. La tolerancia natural que existe hacia la estupidez me tenía perplejo. «¿Pero es que los demás no se dan cuenta de que casi todas las cosas que hacemos no tienen sentido alguno?», me decía.
Crónica introspectiva
Cordobanganga
El 22 de agosto de 2015 mi viejo aparece en la casa que comparto con mi pareja —Joaquín—, sus hijos y mi hija. Charlamos mientras saco un crumble de pera del horno.
Relato de ficción
El que nada
Tengo 50 años y necesito nadar. Estoy de vacaciones en un edificio con pileta. Bajo temprano, pero ya hay niños jugando en el agua. Una mujer, quizá la madre, hablando por teléfono en la reposera. ¿Es linda? De lejos parece que sí.
Relato de ficción
Kekele
Abrí Facebook y la busqué. Había una sola Micaela Czerwonogora. Morocha, flaca, lacia. Muy sonriente. Escroleé para abajo. Un montón de fotos en la pileta. Divina. Buen culo, buenas tetas.
Relato de ficción
Había una vez (ocho cuentos precoces)
Los siguientes cuentos los escribí cuando tenía entre siete y diez años. Recuerdo la alegría de completar un renglón solo para poder utilizar la palanca que corría la página hacia la siguiente.
Crónica narrativa
Diario íntimo de un paciente sin intimidad
Hoy es una nochecita de pandemia y estoy con 38 de fiebre. Me asusta más eso que vivir asustado. Hoy vinieron los tíos, la novia de mi hermano con él, dos amigos y una amiga.
Crónica periodística
El amor es la desinfección
Imagino a cada persona acudiendo a una ficción distópica, apocalíptica o alguna epidemia letal en su cabeza que le sirva para hacer paralelos absurdos.
Relato de ficción
La mitad de una persona
En el otro auto iban a ir vos y mamá. Por eso me tomé el subte a Retiro desde el departamento de Talcahuano y después el tren a Florida. En el andén de Florida miré hacia la plaza y vi a Violeta.
Historieta
Bajo el agua Negra
El policía entró con la mirada alta y arrogante, las muñecas sin esposar, la sonrisa irónica que ella conocía tan bien: toda la actitud de la impunidad y el desprecio. Había visto a muchos así.