De aquel lado de la mecha
los cines se hacen iglesias
la memoria vende amnesia
los derechos son derechas
el arte bajo sospecha
requisan las librerías
los teatros se liquidan
y los centros culturales
son regidos por manuales
escritos por policías.

Los talleres literarios
son talleres clandestinos
los poetas asesinos
los Cronopios dinosaurios
las tablas del escenario
se retuercen en la hoguera
se endurecen las tijeras
los discos son posavasos
para licuar sus fracasos
arrasan con las escuelas.

La inspiración es pecado
los argumentos contratos
las musas son sindicatos
los escritores soldados
los actores escribanos
los disfraces uniformes
las ideas monocordes
la libertad la luz mala
y la crítica es con balas
para mantener el orden.

Los guionistas son pastores
los dramaturgos taxistas
los cineastas dentistas
los poetas inspectores
los outsiders son errores
los músicos partituras
la educación es censura
creció la familia Ingalls
los lápices son jeringas
que tiran a la basura.

La primavera es con peros
las ideas sí se matan
los escultores estatuas
los enganches carrileros
los jurados son bomberos
las fotos caricaturas
al Ku Klux Klan de autoayuda
le queda la manta corta
sin el pan y sin la torta
llora la Maja Desnuda.

La risa esconde los dientes
el alma abandona el cuerpo
la picana escribe cuentos
al dueño de la corriente
los zombies parecen gente
que prefirieron morir
la batuta es un fusil
los museos cementerios
y el talento es un misterio
que no los deja dormir.