Daniela Pasik
Buenos Aires, 1974Crónica introspectiva
Cuando despertó, la familia monomarental todavía estaba allí
Después de su maravillosa crónica «Madre: he decidido irme de casa, pero enseguida vuelvo», Daniela Pasik vuelve a poner el foco en los entresijos y vericuetos de una madre que cría a su hijo sola. A continuación, un relato íntimo, descarnado y sincero, que así y todo no reniega del dato duro ni de la estadística.
Crónica introspectiva
El girasol sexual
Un techo que se cae, un desayuno que queda por la mitad y un mail que llega con una pregunta: «¿Estás hablando de mí?». Daniela Pasik tuvo un pasado de escritura sexual bajo un pseudónimo. Pero nada desaparece en internet y algo de todo aquello sale a flote cuando llega la pregunta en su bandeja de entrada.
Crónica introspectiva
Corazón tenebroso, a veces
Daniela Pasik es fanática de las historias de miedo. Ama la tensión al borde de la butaca o al filo de la almohada. Pero una vez que la historias terminan, el terror que pudo haber sentido como espectadora se evapora en el aire. Solo tres veces en su vida experimentó un miedo inusitado, real, palpable. En el relato que sigue, la autora se atreve a meter la cabeza en la oscuridad para contarlo.
Relato de ficción
Madre: he decidido irme de casa, pero enseguida vuelvo
Una madre harta de que su hijo adolescente no salga nunca de casa, cree tocar el cielo con las manos cuando su retoño le anuncia que se irá a una quinta con amigos durante un fin de semana. Pero cuidado: no todo es tan literal cuando se trata de un pequeño púber haciendo planes. Un relato testimonial con tintes de comedia, narrado por Daniela Pasik en primera persona.