No es bueno que el hombre esté solo en un auto grande

Y yo qué puedo hacer por el ambiente?  Un millón de veces me hicieron esa pregunta y no estoy seguro de tener la respuesta. Lo que sí creo es que no ha sido un designio divino. No lo decretaron los dioses, nosotros resolvimos organizarnos de esta manera para «ser felices, vivir confortablemente y progresar».

Acá van algunos tips sobre esas cosas que más o menos ya sabés y que probablemente no vayas a hacer nunca.

1. Hablá de calentamiento global, no de cambio climático. Lo primero nos hace ver que estamos en el horno; lo segundo nos lleva rápidamente a decir: «Bueno, grandes calores hubo siempre» o  «Yo me acuerdo que en el ’63 llovió 18 días sin parar» y otras cuestiones de ese estilo.
2. No te vuelvas loco con las ofertas. Las habrá hasta el día en que te mueras. Vivimos rodeados de objetos contaminantes que ni siquiera usamos. Hace 90 años mi abuelo vivía en un pueblo con unas 100 cosas que hasta podría enumerar. Hoy necesitamos 40 mil.
3. No compres agua embotellada. En ciudades como Buenos Aires, donde es de buena calidad, tomá de la canilla y si vas a un bar pedí un vaso de agua. La mitad de todos los plásticos que se producen en el mundo van a parar a los mares o ríos. 
4. No hagas tanta basura. Es elemental: nos va a terminar tapando. En  Capital Federal y alrededores producimos todos los días una montaña de basura que para trasladarla necesitamos tantos camiones que podrían ocupar la General Paz de punta a punta. Imaginate 24 kilómetros de camiones, uno atrás del otro, repletos de carcasas de televisores, patas de pollo mordisqueadas, ropa vieja y mil cosas más.  
5. Antes de pensar en reciclar, pensá en consumir menos de todo. ¡Vivimos en un planeta finito! Hay que consumir menos y compartir, me dijo hace poco en una plaza un chico de 5 años.
6. Caminá, andá en bici o compartí el auto. La ciudad está llena de hombres solos en autos grandes. Dos autos ocupan en la ciudad el espacio que podría habitar un colectivo con capacidad para 40 pasajeros. 
7. Consumí verdura local y de estación. Es más fresca y barata. Si viene de otro país, el traslado genera emisiones que contribuyen decisivamente al calentamiento global.
8. No compres boludeces chinas. Porque pagan mal a sus trabajadores, porque se rompen rápido y porque la mayoría vienen con pilas y son de plástico que acá no reciclamos.
9. Comé menos carne. Es el alimento que requiere más cantidad de agua durante todo el proceso de producción. 7 mil litros por un bife en tu plato. En Argentina comemos media vaca cada uno, promedio y por año. Somos el cuarto consumidor mundial. 
10. Cuando te tienten con una promoción, fijate: de dónde vienen las pelotas, las camisetas o los tuppers que regalan. Si vienen de muy lejos, pensá otra vez en las emisiones.
    

La política tiene un problema de velocidad para resolver todas estas cosas. Hasta que descubramos cómo hacer más agiles las representaciones necesitamos encontrar alternativas. Abrí la cabezota porque es real, no queda mucho tiempo.